domingo, 21 de diciembre de 2008

22

El 22. Un número par, capicúa, segundo, divido dos, doble, indescifrable. Le gritan El Loco, lo apuestan, lo vencen. Conocí el 22 un día cualquiera, cuando un hombre curioso me habló de ese número, embelesado ante su presencia. El 22 lo había perseguido incesantemente como un conjuro desde su nacimiento. Su madre lo parió una tarde naranja del 22 del mes 11, que al multiplicarlo por dos resulta 22. Y quedó registrado bajo un documento de identidad encabezado por 22, como un sello indeleble.
Después me enamoré perdidamente del hombre del 22. Desde entonces asombrada advierto cómo ese insólito número lo acompaña a todas partes. El asiento del colectivo, el número del boleto, el vuelto, el valor de un producto que gusta adquirir.
Al 22 lo busco para pensar a este hombre apasionado, íntimo e inquieto con quien me despierto a diario.

1 comentario:

  1. ..."es caprichoso el azar.." (J.M.Serrat)
    y Laura contradictoriamente afortunada en el juego.
    Ay, qué lastima no ser el yo ese 22.

    El (a)zza(r)ping de blg me hizo descubrir a la escritora que habita en la periodista,y desde allí redescubrir Mantis, reencontrarme con mi amigo scafati. Es bueno el azar. (Tuviste algo que ver profesionalmente hablando,con Malargüe? ( esto es curiosidad, nada más)
    y me gustó pasar por acá. Creo que me haré fan y comenzaré a seguirte. A ver cómo se hace el clik dónde iba...
    un abrazón de alma
    Osvaldo Tramontina

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